jueves, 21 de enero de 2016

¿POR QUÉ NOS DEBERÍA INTERESAR EL ARTE?


Alguna vez te has preguntado, para qué sirve estudiar literatura, filosofía, música, o cualquier otro arte. Qué fin práctico puede tener en un mundo materialista; dictado por las leyes del mercado.
De manera que, ¿Por qué nos debería interesar el arte?
Para responder esta pregunta, primero, debemos entender, ¿qué es una obra de Arte? A esta pregunta, no se ha encontrado una respuesta que satisfaga a todos. Esta pregunta, es moderna.
Hasta finales del siglo XVIII no existían obras de arte, “en el sentido actual”, es decir, no se les atribuía los valores y expectativas especiales que les atribuimos hoy. Fue el filósofo Immanuel Kant quien formuló los postulados estéticos básicos de Occidente.
El Arte es en cierto modo sagrado, refina nuestra sensibilidad y nos hace mejores personas. Sus creadores son seres especiales: “genios”. Los cánones de belleza son absolutos y universales y solo los altamente dotados son capaces de reconocer lo que es Arte.
En contraste, el escritor italiano, Nuccio Ordine, en su libro “La utilidad de lo inútil.” Lleva a reflexionar desde un punto de vista práctico, que el arte no sirve para nada, debido a que está despojado de cualquier propósito de provecho, ya que el saber instaura por sí mismo un obstáculo frente al delirio de la supremacía del dinero y el utilitarismo.
En este manifiesto, Ordine expone los diversos puntos de vista de escritores y filósofos, que buscan hacernos ver, el menosprecio que tenemos hacia disciplinas que consideramos inútiles, y que no producen un beneficio material alguno, lo que conlleva a desfragmentar y deshumanizar nuestra sociedad. La utilidad de los saberes inútiles contrasta, drásticamente a la utilidad dominante que, se fundamenta en un distintivo interés económico.
Por consiguiente, lo «útil» se entiende como lo prácticamente utilizable de manera inmediata para fines técnicos. Y por lo tanto para el «hombre actual» es cada vez más complicado sentir interés por cualquier cosa que no implique un uso práctico e inmediato para esos mismos fines.
En la sociedad del utilitarismo, ciertamente, un martillo vale más que una sinfonía, un cuchillo más que una poesía, una llave inglesa más que un cuadro: puesto que es cómodo hacerse de la eficacia de un artefacto, mientras que resulta cada vez más complicado comprender la utilidad de la música, la literatura o el arte. El arte es un saber para sí mismo, y que por su naturaleza desinteresada, está apartado de todo vínculo práctico y comercial.
De ahí que, el valor del arte debería coincidir con el saber en sí, independientemente de que sea capaz de producir ganancias inmediatas o beneficios prácticos.
La obra de arte, emana a la par de su nacimiento, se impone a su autor, reclama ser sin tener en cuenta o sin preguntarse si es requerido por la sociedad. Ello no imposibilita que la sociedad pueda adueñarse de la obra de arte y cualquier otra expresión del ilimitado espíritu humano, no necesitan otra justificación que el simple hecho de que sean satisfactorias para el alma individual, que prosigue una vida más etérea y enaltecida.
Por el contrario, el utilitarismo contribuye a la degradación de la enseñanza, que según la lógica del mercado, la cual considera un lujo innecesario el almacenamiento de conocimientos poco prácticos.
Ademas, conocer de historia, y literatura, permite crear ciudadanos más críticos, comprometidos, y poco conformistas. Del mismo modo, defiende la relevancia que tiene el conocimiento sin ningún objetivo económico, y expone que la dignidad del ser humano no radica en el dinero que ganamos, sino que radica en la virtud, y la fuerza morál que cada uno pone en práctica en sus actos. A la vez que, necesitamos de aquellos saberes que no producen provecho. Saberes que nutren el espíritu, y si queremos, una sociedad más humana necesitamos estos saberes inútiles.
Si bien todo puede comprarse, es cierto. Todo tiene un precio. Pero no el conocimiento: el precio que impone pagarse por conocer, es de una particularidad distinta. Ni siquiera un cheque en blanco nos concederá automáticamente lo que sólo puede ser consecuencia de un esfuerzo individual y una interminable pasión.
En otras palabras, nadie, terminantemente, podrá realizar por nosotros el duro recorrido que nos permitirá aprender. Ni el más prestigioso título adquirido con dinero, no nos aportará ningún conocimiento auténtico, ni propiciará una verdadera transformación del espíritu.
Tal es la utilidad del arte, que más que nada, en los momentos de crisis económica, cuando las incitaciones del utilitarismo y del más deplorable materialismo parecen ser la única fortuna y la única ancla de salvación, es necesario que las actividades que no sirven para nada podrían salvarnos de la penumbra y transformar a una vida más humana.
Cuando la crisis oprime a una nación es más necesario que nunca duplicar los fondos a los saberes y a la educación de los jóvenes, para impedir que la sociedad caiga en el abismo de la ignorancia.
Por esta razón, habría que proliferar las escuelas, las enseñanzas, las bibliotecas, los museos, los teatros, las librerías. Habría que incrementar las casas de estudio para los niños, las salas de lectura, todos los lugares donde se estudia, donde se instruye, donde uno se reúne, donde uno aprende, donde uno se hace mejor; en otras palabras, habría que introducir la luz en el espíritu de las personas, pues son las tinieblas lo que lo pierden.
Puesto que es en la enseñanza, donde este profesor percibe la máxima expresión de la belleza de lo inútil, y una forma de eludir las condiciones del materialismo. Ya que el acto de enseñar es puro y gratuito, nadie se empobrece, uno da, y el otro recibe. No hay pérdidas.
Así pues, confiamos la esperanza de que la libre búsqueda de conocimientos útiles enseñará a tener resultados en el futuro como las ha tenido en el pasado y que los conocimientos inútiles tengan en su educación y en su instrucción el término clave que es, la utilidad.

Libro “La utilidad de lo inútil” Nuccio Ordine.

                                               


martes, 19 de enero de 2016

5 EXTENSIONES CHROME PARA PROFESORES

El día de hoy les mostramos 5 extensiones para Google Chrome que les ayudarán a hacer más productiva su labor docente.

1. Ortografía, gramática y diccionario. Esta extensión te servirá para consultar alguna duda de ortografía o gramática. Cuenta con opción para sinónimos, antónimos y conjugación.DESCARGAR EXTENSIÓN
2. Save to Pocket. Es una forma muy fácil de guardar tus artículos, imágenes y videos para tener organizados en un solo sitio. Tiene la opción de etiquetas para que sea más rápido la consulta. DESCARGAR EXTENSIÓN
3. Yellow highlighter pen for web. Cumple la función de un marcador para texto, es práctico para resaltar líneas cuando consultas alguna página y te permite guardarlos a través de un enlace. DESCARGAR EXTENSIÓN
4. Traductor de Google. Es muy útil para cuando quieres consultar la traducción rápida de alguna palabra en cualquier idioma, sin la necesidad de abrir otra pestaña en tu navegador.DESCARGAR EXTENSIÓN
5. Botón de Google Académico. Aquí podrás consultar fuentes confiables para tus investigaciones, ya que el motor de búsqueda del navegador te redigidirá a sitios web académicos. DESCARGAR EXTENSIÓN










domingo, 17 de enero de 2016

¿QUÉ ES PRODEM?

PRODEM es un sitio dedicado en compartir recursos para la productividad académica de Educación Musical en línea. Dirigido a profesores y estudiantes.
   

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